Metoclopramida para perros: usos, efectos secundarios y dosis para su cachorro mareado

Este medicamento común puede proporcionar alivio a los perros que vomitan.

El vómito es uno de los signos más comunes de enfermedad en los perros. Naturalmente, queremos detener este vómito lo más rápido posible y descubrir qué lo está causando. Ahí es cuando la metoclopramida es útil.

Se ha utilizado durante décadas en medicina veterinaria para aliviar con éxito las náuseas y los vómitos en los perros. Esto es lo que debe esperar si su veterinario le receta metoclopramida a su perro, incluidos los usos, los efectos secundarios, la dosis y qué debe tener en cuenta cuando su perro toma este medicamento.

¿Para qué se usa la metoclopramida en perros?

La metoclopramida es un medicamento recetado que se usa principalmente para tratar las náuseas y los vómitos en los perros. También es conocido por la marca Reglan.

La metoclopramida afecta tanto al tracto gastrointestinal superior como al sistema nervioso central (SNC). Funciona en el tracto GI superior al estimular la motilidad (el movimiento de alimentos y líquidos a través del tracto GI), pero no altera el tracto GI inferior. Además, la metoclopramida puede atravesar la barrera hematoencefálica para bloquear la captación de dopamina asociada con las náuseas y los vómitos.

La metoclopramida se usa para tratar algunas afecciones diferentes en perros:

  • vómitos
  • Náuseas, que pueden causar babeo excesivo
  • Reflujo ácido
  • Esofagitis (inflamación del esófago)
  • Trastornos de la motilidad GI, incluido el megaesófago
  • Estimulación de la producción de leche (uso menos común)

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Efectos secundarios de la metoclopramida en perros

La mayoría de los perros responden bien a la metoclopramida, pero en algunos casos se producen efectos secundarios. Debido a que este medicamento cruza la barrera hematoencefálica, también puede afectar el sistema nervioso central. Los posibles efectos secundarios de la metoclopramida incluyen:

  • Hiperactividad
  • Sedación o somnolencia
  • Depresión
  • Espasmos musculares o movimientos involuntarios
  • Diarrea
  • Náuseas
  • Hipertensión

Comuníquese con su veterinario si nota estos efectos secundarios u otros signos de enfermedad mientras su perro toma metoclopramida. También es importante informar a su veterinario si su perro todavía vomita mientras toma metoclopramida.

Dosis de metoclopramida para perros

La metoclopramida se administra por vía oral en forma de píldora o jarabe. También está disponible en forma inyectable, que se utiliza en instalaciones veterinarias. La metoclopramida oral se puede administrar con o sin alimentos, pero por lo general funciona mejor cuando se administra unos 20 minutos antes de una comida.

La dosis recomendada de metoclopramida para perros varía según el motivo del tratamiento. Los perros suelen recibir una dosis de entre 0,2 y 0,5 miligramos por kilogramo de masa corporal cada 8 horas. Su veterinario determinará la mejor dosis según el peso y el estado actual de su perro.

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¿Pueden los perros sufrir una sobredosis de metoclopramida?

Si bien es posible que un perro tenga una sobredosis de metoclopramida, se necesitaría una cantidad extrema para ser fatal (cientos de pastillas). La sobredosis generalmente causa que ocurran efectos secundarios más severos.

Si accidentalmente le da a su perro una dosis adicional de metoclopramida, controle a su perro para detectar efectos secundarios. Puede reanudar el programa de dosificación normal si su perro está actuando normalmente. Sin embargo, comuníquese con su veterinario de inmediato si su perro ingiere una botella entera de píldoras. Es posible que le indiquen que haga vomitar a su perro o busque atención veterinaria de emergencia .

Advertencias y precauciones de metoclopramida

La metoclopramida no debe usarse en perros con obstrucciones, lesiones o sangrado en el tracto gastrointestinal. También debe evitarse en perros con antecedentes de convulsiones o traumatismo craneoencefálico. Aunque la metoclopramida se puede administrar a perras gestantes o lactantes, debe usarse con precaución. Además, se debe tener precaución en perros con trastornos renales .

En la mayoría de los casos, la metoclopramida se usa para el tratamiento a corto plazo de las náuseas y los vómitos. Si su veterinario lo prescribe para uso a largo plazo, puede recomendar un control regular en forma de análisis y exámenes de laboratorio.

Existen varias posibles interacciones farmacológicas con la metoclopramida, así que asegúrese de informar a su veterinario sobre todos los medicamentos y suplementos que le da a su perro.